Por Raúl Ortiz – Mory
La relación
de Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina con Latinoamérica es entrañable,
cómplice y simbiótica. Estos cantautores gozan de la preferencia de seguidores
de edades disímiles, a partir de las huellas que han dejado sus canciones en
décadas diferentes. Esta dimensión de referentes es recogida por Francesc Relea
en el documental “El símbolo y el cuate”, que registra momentos de la gira “Dos
pájaros contraatacan” a su paso por México, Argentina, Perú, Chile y Uruguay.
La
motivación de Relea para emprender este proyecto se basa en los 11 años que
vivió en América Latina, donde pudo percibir el significado que tienen ambos
personajes para los públicos de esta parte del planeta. Es decir, realizar un
documental que cuente la historia de América Latina a través de Serrat y
Sabina.
Relea
alterna escenas de las presentaciones en vivo con momentos íntimos de la gira
como conversaciones de Serrat y Sabina en el backstage o la convivencia diaria
durante los viajes en avión y por carretera visitando las ciudades elegidas
para sus recitales. Además, el cineasta se apoya en entrevistas a personajes
que conocen y admiran la obra de los dos artistas. Eduardo Galeano, Estela de
Carlotto, Ricardo Darín, Luis Poirot y Ricardo Rocha, son algunas de las voces
que atestiguan la relevancia de Serrat y Sabina, tanto en tiempos de dictadura
como de democracia. En alusión al nombre del documental, es Rocha quien da una
idea clara de porqué el catalán es visto como un símbolo y el andaluz como un amigo:
“Serrat es el soñador de pelo largo que todos quisimos ser, el idealista.
Sabina somos nosotros mismos; es un cómplice, un cuate al que le puedes contar todo”.
Quizá una de
las tareas más delicadas para Relea fue matizar el aura de solemnidad que lleva
Serrat para el gran público, con la finalidad de mostrarlo como un tipo divertido,
locuaz y cercano. Con Sabina sucede lo mismo. La cara del canalla trasnochado
que se tiene de él pasa a convertirse en la de un hombre que a sus 64 años es
más reflexivo, consciente de los riesgos de una vida a tope y meticuloso con su
trabajo musical. Así, los perfiles resultan fiables, creíbles, naturales. Ese
equilibrio lleva a que sean vistos como dos camaradas que emprenden una
aventura – la gira –.
Entre los
pasajes más emocionantes del largometraje están los registros de archivo que
datan de tiempos en que Serrat da sus primeros conciertos en Buenos Aires y
Santiago – tras el retorno de la democracia en Argentina y Chile – en recintos
colmados por gente que corea las canciones del barcelonés. También destacan las
apreciaciones de personas de distintas edades en torno a las canciones de
Sabina y a la manera que tiene el ubetense para contar historias cotidianas. Al
final de cuentas, el trabajo de Relea se condensa en el legado de estos
cantautores y en la sencillez de la vida misma, en la confluencia de un símbolo
alcanzable y de un amigo incondicional.
* Una versión editada de este artículo apareció en Vértigo, publicación oficial del Festival de Cine de Lima. http://festivaldelima.com/2014/wp-content/themes/festivaldelima/pdf/vertigo-1-web.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario