Por Raúl Ortiz - Mory
En la cinta del coreano Park Chan-wook, el mundo de los vampiros contiene dimensiones macabras y cómicas, siniestras y absurdas, amorosas y bellacas, pero, sobre todo, estéticamente cuidadas en narración, argumentación e interpretación, todo en nombre de una relación enfermiza de estrecha dependencia.